Los incendios que asolan por cuarto día consecutivo el sur de California han destruido ya mil casas y han obligado a unas 50 mil personas a abandonar sus hogares, a pesar de que los vientos han dado una pequeña tregua, lo que facilita la labor de los cientos de personas que trabajan en la extinción. Los fuegos están controlados, pero podrían tardarse días en extinguirlos.
En una de las zonas más afectadas, el Parque Oakridge de Sylmar, donde fueron destruidas unas 600 caravanas, la Policía ya trabaja con perros rastreadores para buscar los cadáveres de personas que pudieran haber quedado atrapadas o de personas discapacitadas que no pudieron abandonar el lugar, circunstancias que temen las autoridades.
"El fuego arrasó el parque tan rápido que no hubo modo de pararlo. Eran como cerillas", afirmó este lunes el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger en rueda de prensa en referencia a las caravanas.
"Han sido unos días muy difíciles para la gente del sur de California. Sufrimos la tormenta perfecta, (con) fuertes vientos, altas temperaturas y mucha sequedad".
Las autoridades estiman que ya han sido devastadas más de ocho mil hectáreas de las colinas del norte de Los Angeles, del condado de Orange y de las zonas de mansiones de Montecito, junto a Santa Bárbara, donde se inició el fuego el pasado jueves.
Las ráfagas de hasta 128 kilómetros por hora desplazaban las brasas a kilómetros de distancia, provocando unos focos que han destruido desde mansiones de multimillonarios a caravanas.
En una de las zonas más afectadas, el Parque Oakridge de Sylmar, donde fueron destruidas unas 600 caravanas, la Policía ya trabaja con perros rastreadores para buscar los cadáveres de personas que pudieran haber quedado atrapadas o de personas discapacitadas que no pudieron abandonar el lugar, circunstancias que temen las autoridades.
"El fuego arrasó el parque tan rápido que no hubo modo de pararlo. Eran como cerillas", afirmó este lunes el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger en rueda de prensa en referencia a las caravanas.
"Han sido unos días muy difíciles para la gente del sur de California. Sufrimos la tormenta perfecta, (con) fuertes vientos, altas temperaturas y mucha sequedad".
Las autoridades estiman que ya han sido devastadas más de ocho mil hectáreas de las colinas del norte de Los Angeles, del condado de Orange y de las zonas de mansiones de Montecito, junto a Santa Bárbara, donde se inició el fuego el pasado jueves.
Las ráfagas de hasta 128 kilómetros por hora desplazaban las brasas a kilómetros de distancia, provocando unos focos que han destruido desde mansiones de multimillonarios a caravanas.
0 comentarios:
Publicar un comentario