Personas que no fueron informadas oportunamente están siendo visitadas en sus casas o trabajos por personal sanitario. Acusan que no se estaría resguardando adecuadamente la confidencialidad de contagiados, y que no se realizan las consejerías establecidas por ley.
Otro flanco de denuncia respecto a cómo se está abordando la crisis del sida, se abrió hoy: las llamadas “notificaciones express”.
Según antecedentes recopilados por parlamentarios y organizaciones civiles, en las últimas semanas personal de distintos servicios de salud se volcó a las calles a notificar a los pacientes que tenían rezagados.
Representantes de Vivo Positivo, Asosida y la Red Nacional de Agrupaciones de personas que viven con VIH denunciaron que los funcionarios de salud han llegado a las casas y oficinas de los afectados, en taxis y hasta en ambulancias, para informarles su condición.
En algunos casos, reclamaron, se ha hecho sin resguardar la confidencialidad que determina la ley.
La denuncia se produce horas después de que el ministro de Salud, Alvaro Erazo, informara a la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados que hay 320 personas a las que no se les ha informado que viven con VIH.
Vasili Deliyanis, de Vivo Positivo, afirmó que el Ministerio de Salud “está tratando de bajar la cifra de personas no notificadas a ultranza. Incluso hubo declaraciones de las más altas autoridades diciendo que antes de un mes esas 320 personas serán notificadas. Ha habido casos como el de Puerto Montt (Ver nota más abajo) y otros más que hemos escuchado. ¿Y quién se preocupa de la persona cuando la notifican de cualquier manera? ¿De cómo va a reaccionar ella o su entorno?”.
Añadió que las notificaciones express violan la Ley del Sida, donde se establece cómo notificar a una persona, haciendo consejerías pre y post test, tanto en el sistema público como privado.
“Por tapar errores, se condena a las personas”
Según el diputado Roberto Sepúlveda (RN), 182 personas fueron notificadas en menos de 5 días, la semana pasada. En algunos casos se ha menoscabado la confidencialidad y le indicamos hoy al ministro Erazoque no puede ser que, por tapar errores administrativos, se condene a las personas”.
Por su parte, la diputada Karla Rubilar (RN) dijo que el ministro les expresó que “cree que en estos 15 días se notificó mucha gente porque se dio la orden de hacer la pega. Nos señaló que siempre han dado instrucciones de que se haga en el marco de la confidencialidad”.
Agregó que le comentaron del caso ocurrido en la X Región y “consideró que no correspondía, pero que no tenía certeza de que fuese así”.
A puertomontino fueron a avisarle a su oficina: lo echaron al día siguiente
“Estoy desplazado como persona, en mi trabajo y en mi familia. Lo que hicieron conmigo no estuvo bien. Estoy con una depresión extrema… todo se me nubló”.
La vida de Pedro, un hombre de 28 años que vive en Puerto Montt, se quebró hace dos semanas. Inesperadamente, y sin cumplir ningún tipo de resguardo, menos respeto a la confidencialidad, una ambulancia se estacionó frente a la empresa de alimentos donde trabajaba.
Dos funcionarios de delantal blanco —un hombre y una mujer— entraron a la oficina, hablaron con su jefe y lo mandaron llamar, mientras todos sus compañeros de labores observaban esta extraña situación.
“Usted sabe a lo que venimos”, le dijeron a Pedro, mientras le mostraban unos papeles.
En ese momento se enteró de que tenía VIH. Que así lo había confirmado un examen que se había hecho hace más de un año y del cual nunca supo el resultado.
Al día siguiente lo despidieron, “por necesidades de la empresa. No venga más”, le dijeron.
—Ahora estoy encerrado y no quiero ver a nadie, no quiero saber de nada, cuenta muy afectado a “La Segunda”.
—¿Qué explicación le dieron por la tardanza en la notificación?
—Ninguna. Sólo cumplieron con la notificación.
—¿Qué le dolió más: la demora en avisarle que tiene VIH o la forma en que lo notificaron?
—Si lo pienso fríamente, el que no me hayan avisado a tiempo… Pero también la manera en que llegaron a hacerlo. Eso me provocó una destrucción total.
—¿Por qué nunca fue a buscar el resultado de su examen?
— Es que tenía que resolver otras cosas y consideré que si llegase a tener algo me habrían avisado.
El afectado cuenta que vive con su familia — “mis padres, mi hermana” y que tiene novia—, pero que ahora está aislado, solo.
—Considero que esto es como un genocidio, la forma en que me notificaron. El Gobierno no se hace cargo de nada. Nos dejan solos y nos destruyen todo.
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