La Mandataria, según explicó el ministro portavoz, Francisco Vidal, tiene “razones personales” basadas en “profundas convicciones” para no acudir al acto del domingo 9 de noviembre. El Ejecutivo se hará representar a través de los titulares de Interior, Edmundo Pérez Yoma, y de Segpres, José Antonio Viera-Gallo
La convicción de que la Presidenta Michelle Bachelet no acudiría a la ceremonia de inauguración del memorial del asesinado senador Jaime Guzmán, este domingo 9 de noviembre, se instaló hace semanas en la UDI, luego de los reparos expresados por agrupaciones de derechos humanos y de sectores concertacionistas a que la Jefa de Estado estuviera en un acto de homenaje al ideólogo de la dictadura.
Por eso ayer, cuando el ministro portavoz, Francisco Vidal, le informó al senador Pablo Longueira, que preside la Corporación Pro Memorial, que en representación del Ejecutivo sólo asistirían los ministros Edmundo Pérez Yoma (Interior) y José Antonio Viera-Gallo (Segpres), no hubo sorpresa.
Vidal le explicó a Longueira que la Mandataria tiene "razones personales" basadas en "profundas convicciones" para no concurrir al evento en honor del cerebro de la Constitución de 1980 y fundador del gremialismo y destacó que el Ejecutivo condena el crimen de Guzmán.
"La razón de ser de la democracia es que las diferencias no se zanjan ni con fusilamientos ni desaparecimientos, se zanjan votando", planteó.
"La UDI tiene todo el derecho en democracia a levantar ese memorial y la Presidenta tiene también a su vez el derecho de, no obstante haber sido invitada, no concurrir", estableció Vidal, que ahondó que la determinación obedece a las "diversas interpretaciones de la historia reciente, que para muchas personas están marcadas con fuego".
"Un país de verdad se construye sobre una unidad en lo esencial, en qué estamos de acuerdo, en cómo convivimos, en cómo resolvemos nuestras diferencias, pero también los países serios, como Chile, tienen que reconocer que hay gente que piensa diferente frente a situaciones de la historia y de personajes importantes de esa historia", agregó.
Longueira, que extendió una amplia convocatoria para un acto que lo tendrá como orador principal junto a la hermana de Guzmán, Rosario, refutó los argumentos de La Moneda.
"Lamento la ausencia de la Presidenta ( ) Un Presidente de centroderecha jamás hubiera dejado de ir en una situación como ésta, en que un parlamentario adversario fue asesinado en plena democracia. Cuando la invité personalmente, ella me manifestó su resuelta decisión de ir, y con el mayor de los agrados, y soy testigo de que no tenía ningún inconveniente en la agenda cuando fijamos el día 9 como fecha final", aseguró.
Según Longueira, "ganaba más ella" acudiendo, dado que habría demostrado "voluntad de reencuentro". Con todo, valoró que "el Gobierno reconozca que ésta es una ceremonia de Estado" delegando la representación en dos ministros.
"Uno podría haberse evitado todo esto haciendo una ceremonia partidista, pero no era nuestra intención", explicó Longueira, que indicó que el Legislativo estará presente a través del titular del Senado, Adolfo Zaldívar.
También ha trascendido que acompañarían a la UDI el ex Presidente Patricio Aylwin y el ex senador Gabriel Valdés.
Los otros invitados del oficialismo -entre ellos los ex presidentes Eduardo Frei y Ricardo Lagos; parlamentarios y presidentes de partidos- se han excusado por tener programadas otras actividades, justificaciones puestas en duda por el senador y ex timonel gremialista Hernán Larraín: "Tendrán efectivamente problemas de agenda, pero cuando un porcentaje de personas que supera lo normal esgrime esa excusa, y no hay voluntad de dar un espacio, quiere decir que no lo consideran prioritario o importante. Algunos querrán hacer un desaire. Para el país éste es un hecho importante".
Tampoco hay claridad respecto de si el presidenciable de RN Sebastián Piñera aplazará su viaje a Rapa Nui, planificado para el domingo, aunque en la UDI consideran que sería "impensable" que perdiera la oportunidad de acercarse al gremialismo.
La convicción de que la Presidenta Michelle Bachelet no acudiría a la ceremonia de inauguración del memorial del asesinado senador Jaime Guzmán, este domingo 9 de noviembre, se instaló hace semanas en la UDI, luego de los reparos expresados por agrupaciones de derechos humanos y de sectores concertacionistas a que la Jefa de Estado estuviera en un acto de homenaje al ideólogo de la dictadura.
Por eso ayer, cuando el ministro portavoz, Francisco Vidal, le informó al senador Pablo Longueira, que preside la Corporación Pro Memorial, que en representación del Ejecutivo sólo asistirían los ministros Edmundo Pérez Yoma (Interior) y José Antonio Viera-Gallo (Segpres), no hubo sorpresa.
Vidal le explicó a Longueira que la Mandataria tiene "razones personales" basadas en "profundas convicciones" para no concurrir al evento en honor del cerebro de la Constitución de 1980 y fundador del gremialismo y destacó que el Ejecutivo condena el crimen de Guzmán.
"La razón de ser de la democracia es que las diferencias no se zanjan ni con fusilamientos ni desaparecimientos, se zanjan votando", planteó.
"La UDI tiene todo el derecho en democracia a levantar ese memorial y la Presidenta tiene también a su vez el derecho de, no obstante haber sido invitada, no concurrir", estableció Vidal, que ahondó que la determinación obedece a las "diversas interpretaciones de la historia reciente, que para muchas personas están marcadas con fuego".
"Un país de verdad se construye sobre una unidad en lo esencial, en qué estamos de acuerdo, en cómo convivimos, en cómo resolvemos nuestras diferencias, pero también los países serios, como Chile, tienen que reconocer que hay gente que piensa diferente frente a situaciones de la historia y de personajes importantes de esa historia", agregó.
Longueira, que extendió una amplia convocatoria para un acto que lo tendrá como orador principal junto a la hermana de Guzmán, Rosario, refutó los argumentos de La Moneda.
"Lamento la ausencia de la Presidenta ( ) Un Presidente de centroderecha jamás hubiera dejado de ir en una situación como ésta, en que un parlamentario adversario fue asesinado en plena democracia. Cuando la invité personalmente, ella me manifestó su resuelta decisión de ir, y con el mayor de los agrados, y soy testigo de que no tenía ningún inconveniente en la agenda cuando fijamos el día 9 como fecha final", aseguró.
Según Longueira, "ganaba más ella" acudiendo, dado que habría demostrado "voluntad de reencuentro". Con todo, valoró que "el Gobierno reconozca que ésta es una ceremonia de Estado" delegando la representación en dos ministros.
"Uno podría haberse evitado todo esto haciendo una ceremonia partidista, pero no era nuestra intención", explicó Longueira, que indicó que el Legislativo estará presente a través del titular del Senado, Adolfo Zaldívar.
También ha trascendido que acompañarían a la UDI el ex Presidente Patricio Aylwin y el ex senador Gabriel Valdés.
Los otros invitados del oficialismo -entre ellos los ex presidentes Eduardo Frei y Ricardo Lagos; parlamentarios y presidentes de partidos- se han excusado por tener programadas otras actividades, justificaciones puestas en duda por el senador y ex timonel gremialista Hernán Larraín: "Tendrán efectivamente problemas de agenda, pero cuando un porcentaje de personas que supera lo normal esgrime esa excusa, y no hay voluntad de dar un espacio, quiere decir que no lo consideran prioritario o importante. Algunos querrán hacer un desaire. Para el país éste es un hecho importante".
Tampoco hay claridad respecto de si el presidenciable de RN Sebastián Piñera aplazará su viaje a Rapa Nui, planificado para el domingo, aunque en la UDI consideran que sería "impensable" que perdiera la oportunidad de acercarse al gremialismo.
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