BEIRUT (Reuters) - La elección de Barack Obama como presidente de Estados Unidos alegró a muchos árabes e iraníes airados con las políticas de George W. Bush en los últimos ocho años.
Pero la decisión de Obama de nombrar a Rahm Emanuel, un combativo operador político pro Israel, como jefe de gabinete de la Casa Blanca, provocó inquietud entre aquellos que confiaban en que el próximo líder estadounidense sería más imparcial y sensible en su enfoque hacia Oriente Medio.
"Para millones de árabes que expresaron su júbilo por la monumental victoria de Obama, el nombramiento (de Emanuel) arruinó una fiesta que tuvo poca vida", escribió el miércoles el analista basado en Jordania Osama al-Sharif en el diario saudita Arab News.
En otra visión común, el diario líder de Marruecos al Massa dijo que el nuevo y poderoso puesto de Emanuel indicaba "la extensa magnitud de la influencia israelí dentro del Gobierno de Obama".
El diario iraní Kayhan International, de habla inglesa, también dirigió un ataque contra Emanuel, describiendo al congresista de Illinois como un "sionista con lazos familiares profundos con Israel".
El diario dijo que a pesar de que Obama favorecía el diálogo, también había defendido imponer sanciones más duras a Irán por su programa nuclear y, al igual que Bush, no descartó una posible acción militar.
Si bien en su historia política Emanuel mantuvo posiciones firmes a favor de Israel, combinadas con un apoyo al proceso de paz liderado por Estados Unidos, no todos los israelíes están contentos con su nombramiento.
"El tipo está muy cerca de la izquierda y me da más miedo él que Obama", dijo Shmuel Sandler, politólogo israelí de la Universidad Bar Ilan, en referencia a la posibilidad de que Estados Unidos presione a Israel para que haga concesiones a los palestinos.
0 comentarios:
Publicar un comentario