Mientras el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, calificó la cumbre del G20 celebrada en Washington de "histórica" al lograr que muchos países con intereses diversos se unieran y se pusieran de acuerdo en un plan, la canciller alemana, Angela Merkel, insistió en que "si existe la voluntad política estaría bien si pudiéramos alcanzar un acuerdo sobre la ronda de Doha (de liberalización comercial) durante la actual administración estadounidense".
El jefe del Gobierno español también manifestó su opinión con respecto a esta reunión. Así, José Luis Rodríguez Zapatero, calificó hoy de "muy positiva" la cumbre de Washington y aseguró que, tras la reunión, las expectativas para la recuperación económica y para el combate de una "recesión generalizada" son "mucho mayores" que hace una semana.
Zapatero concluyó con esta valoración su participación en la cumbre del G20 y se comprometió en rueda prensa a "seguir haciendo las cosas bien para consolidar" la posición de España, que ha dado "un primer paso muy importante" con su asistencia a la reunión.
REACCIONES EN AMERICALas reacciones de los jefes de Estado del continente americano también se hicieron presente. La presidenta de Argentina por ejemplo, Cristina Fernández, consideró que la crisis financiera mundial no es sólo una crisis económica sino que marca el fin de un ciclo histórico y político.
En declaraciones a la prensa tras la Cumbre del G20 celebrada en Washington, señaló que Argentina ha subrayado en este foro la necesidad de establecer una nueva regulación internacional y reformar los organismos multilaterales de crédito.
"La misma voluntad que se ha puesto para reglamentar el manejo de los capitales en materia de narcotráfico y terrorismo, se debe poner también en cuanto a los fondos que se desplazan de un país a otro, provocando desestabilizaciones económicas y financieras", dijo.
En tanto, el presidente de México, Felipe Calderón, calificó la cita de "un muy buen punto de partida". Sin embargo, el gobernante explicó que su gobierno presionó especialmente para que se reformen los foros e instituciones internacionales, que considera "dominados por los países desarrollados". Calderón propuso incluso que los países emergentes entren en el Foro de Estabilidad Financiera.
México insistió en la necesidad de reformas adicionales en el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, dotar de "mayor eficacia y flexibilidad" a instituciones como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), evitar "a toda costa" el proteccionismo e impulsar el término de las negociaciones de la Ronda de Doha para el libre comercio mundial.
Luiz Lula Da Silva, el presidente de Brasil, destacó también que la reunión tuvo "una madurez que hace mucho tiempo no veía".
El mandatario brasileño enfatizó que el acuerdo alcanzado fue producto del "trabajo colectivo" de los miembros del G20.
Además propuso que el G20 financerio sea un grupo permanente de jefes de Estado y de Gobierno destinado a articular políticas financieras, y exigió una mayor participación de los países emergentes en entidades financieras. DECISIONESEl G20 se comprometió a poner en marcha medidas de estímulo destinadas a impulsar el crecimiento, según señala el comunicado aprobado al final del encuentro.
El plan respalda la puesta en marcha de un sistema para detectar por adelantado problemas en los mercados, como la especulación desmedida que desencadenó la burbuja inmobiliaria estadounidense.
Además, destaca la necesidad de crear colegios supervisores para vigilar las entidades financieras que actúan en varios países.
El G20 también considera necesario que los organismos financieros se modernicen para reflejar mejor el creciente peso de los emergentes e insistió en la necesidad de rechazar las tentaciones proteccionistas.
QUIENES LO INTEGRANEl G20 está integrado por la Unión Europea (UE), el Grupo de los Siete (Estados Unidos, Canadá, Japón, Alemania, Reino Unido, Italia y Francia) y Corea del Sur, Argentina, Australia, Brasil, China, India, Indonesia, México, Arabia Saudí, Sudáfrica, Turquía y Rusia.
Por invitación de Francia también participaron España, Holanda y la República Checa. El G20o reúne alrededor del 85 por ciento de la economía mundial y dos terceras partes de la población del planeta.
El jefe del Gobierno español también manifestó su opinión con respecto a esta reunión. Así, José Luis Rodríguez Zapatero, calificó hoy de "muy positiva" la cumbre de Washington y aseguró que, tras la reunión, las expectativas para la recuperación económica y para el combate de una "recesión generalizada" son "mucho mayores" que hace una semana.
Zapatero concluyó con esta valoración su participación en la cumbre del G20 y se comprometió en rueda prensa a "seguir haciendo las cosas bien para consolidar" la posición de España, que ha dado "un primer paso muy importante" con su asistencia a la reunión.
REACCIONES EN AMERICALas reacciones de los jefes de Estado del continente americano también se hicieron presente. La presidenta de Argentina por ejemplo, Cristina Fernández, consideró que la crisis financiera mundial no es sólo una crisis económica sino que marca el fin de un ciclo histórico y político.
En declaraciones a la prensa tras la Cumbre del G20 celebrada en Washington, señaló que Argentina ha subrayado en este foro la necesidad de establecer una nueva regulación internacional y reformar los organismos multilaterales de crédito.
"La misma voluntad que se ha puesto para reglamentar el manejo de los capitales en materia de narcotráfico y terrorismo, se debe poner también en cuanto a los fondos que se desplazan de un país a otro, provocando desestabilizaciones económicas y financieras", dijo.
En tanto, el presidente de México, Felipe Calderón, calificó la cita de "un muy buen punto de partida". Sin embargo, el gobernante explicó que su gobierno presionó especialmente para que se reformen los foros e instituciones internacionales, que considera "dominados por los países desarrollados". Calderón propuso incluso que los países emergentes entren en el Foro de Estabilidad Financiera.
México insistió en la necesidad de reformas adicionales en el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, dotar de "mayor eficacia y flexibilidad" a instituciones como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), evitar "a toda costa" el proteccionismo e impulsar el término de las negociaciones de la Ronda de Doha para el libre comercio mundial.
Luiz Lula Da Silva, el presidente de Brasil, destacó también que la reunión tuvo "una madurez que hace mucho tiempo no veía".
El mandatario brasileño enfatizó que el acuerdo alcanzado fue producto del "trabajo colectivo" de los miembros del G20.
Además propuso que el G20 financerio sea un grupo permanente de jefes de Estado y de Gobierno destinado a articular políticas financieras, y exigió una mayor participación de los países emergentes en entidades financieras. DECISIONESEl G20 se comprometió a poner en marcha medidas de estímulo destinadas a impulsar el crecimiento, según señala el comunicado aprobado al final del encuentro.
El plan respalda la puesta en marcha de un sistema para detectar por adelantado problemas en los mercados, como la especulación desmedida que desencadenó la burbuja inmobiliaria estadounidense.
Además, destaca la necesidad de crear colegios supervisores para vigilar las entidades financieras que actúan en varios países.
El G20 también considera necesario que los organismos financieros se modernicen para reflejar mejor el creciente peso de los emergentes e insistió en la necesidad de rechazar las tentaciones proteccionistas.
QUIENES LO INTEGRANEl G20 está integrado por la Unión Europea (UE), el Grupo de los Siete (Estados Unidos, Canadá, Japón, Alemania, Reino Unido, Italia y Francia) y Corea del Sur, Argentina, Australia, Brasil, China, India, Indonesia, México, Arabia Saudí, Sudáfrica, Turquía y Rusia.
Por invitación de Francia también participaron España, Holanda y la República Checa. El G20o reúne alrededor del 85 por ciento de la economía mundial y dos terceras partes de la población del planeta.
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