El presidente boliviano, Evo Morales, aseguró el día 13 que mientras él sea jefe de Estado, la estadounidense Drug Enforcemente Agency (DEA, siglas en inglés) no volverá a operar en Bolivia. Así lo señaló durante su discurso en el acto de homenaje al 198 aniversario de creación del Ejército Boliviano (EB) donde ratificó su rechazo a la intromisión extranjera. "Si alguien quiere que vuelva la DEA (a Bolivia) primero tiene que terminar con el gobierno de Evo Morales", advirtió ante centenares de oficiales del Ejército apostados en el patio de honor del Colegio Militar de la zona de Irpavi, en La Paz.
El pasado 1 de noviembre el presidente Morales, desde la población de Chimoré, en el departamento central de Cochabamba, ordenó la suspensión indefinida de las operaciones de la DEA en Bolivia, tras denunciar que la agencia antinarcóticos norteamericana apoyó el frustrado golpe cívico-prefectural en contra de su gobierno en el mes de septiembre pasado. Luego de ello varios agentes y el director de la DEA dejaron el país con destino a Perú, de acuerdo al gobierno boliviano. Morales afirmó que en Bolivia no puede "andar ni un uniformado (extranjero) armado conduciendo a las Fuerzas Armadas ni a la Policía", como lo hacían antes los agentes de la DEA en el trópico de Cochabamba. Indicó que si en esos tiempos había presencia militar extranjera en el país no era por culpa de los comandantes, sino por aquellos políticos que nunca pensaron en Bolivia ni en la dignidad de los bolivianos. "Las Fuerzas Armadas me enseñaron a defender la Patria, ahora gracias al pueblo boliviano tengo la oportunidad de defender la patria desde la presidencia de la república", afirmó Morales. Tras la decisión de expulsar a la DEA, el Ejecutivo boliviano planteó la formación de una unidad antinarcóticos regional, en el seno de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), razón por lo que el ministro boliviano de Gobierno (Interior), Alfredo Rada, inició esta semana las gestiones en Brasil. Las relaciones entre Bolivia y Estados Unidos se encuentran en su peor momento, tras la decisión de Morales de expulsar a principios de septiembre al embajador, Philip Goldberg, acusado de apoyar una conspiración, mientras la Casa Blanca respondió expulsando al embajador boliviano, Gustavo Guzmán. La Paz confía en reconducir la relación con Washington, luego de que asuma la presidencia el demócrata Barack Obama, en enero del próximo año. (Xinhua)
El pasado 1 de noviembre el presidente Morales, desde la población de Chimoré, en el departamento central de Cochabamba, ordenó la suspensión indefinida de las operaciones de la DEA en Bolivia, tras denunciar que la agencia antinarcóticos norteamericana apoyó el frustrado golpe cívico-prefectural en contra de su gobierno en el mes de septiembre pasado. Luego de ello varios agentes y el director de la DEA dejaron el país con destino a Perú, de acuerdo al gobierno boliviano. Morales afirmó que en Bolivia no puede "andar ni un uniformado (extranjero) armado conduciendo a las Fuerzas Armadas ni a la Policía", como lo hacían antes los agentes de la DEA en el trópico de Cochabamba. Indicó que si en esos tiempos había presencia militar extranjera en el país no era por culpa de los comandantes, sino por aquellos políticos que nunca pensaron en Bolivia ni en la dignidad de los bolivianos. "Las Fuerzas Armadas me enseñaron a defender la Patria, ahora gracias al pueblo boliviano tengo la oportunidad de defender la patria desde la presidencia de la república", afirmó Morales. Tras la decisión de expulsar a la DEA, el Ejecutivo boliviano planteó la formación de una unidad antinarcóticos regional, en el seno de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), razón por lo que el ministro boliviano de Gobierno (Interior), Alfredo Rada, inició esta semana las gestiones en Brasil. Las relaciones entre Bolivia y Estados Unidos se encuentran en su peor momento, tras la decisión de Morales de expulsar a principios de septiembre al embajador, Philip Goldberg, acusado de apoyar una conspiración, mientras la Casa Blanca respondió expulsando al embajador boliviano, Gustavo Guzmán. La Paz confía en reconducir la relación con Washington, luego de que asuma la presidencia el demócrata Barack Obama, en enero del próximo año. (Xinhua)
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