El Gobierno chileno dijo el sábado que prepara medidas para amortiguar los efectos de una anunciada huelga de los empleados público del país, luego de que fracasaran negociaciones para un reajuste salarial del sector.
Unos 400.000 funcionarios ya paralizaron por dos días durante esta semana, causando el cierre de oficinas de servicios de salud y educación, además de la suspensión de la recolección de basura en algunos barrios, entre otros.
Los empleados públicos exigen un reajuste salarial de un 14,5 por ciento, mientras que el Gobierno ofreció un 6,5 por ciento de mejora en los sueldos.
"Lo que queremos es asegurar el día lunes ante el paro convocado (...) que los servicios públicos van a funcionar lo más normal posible", dijo a periodistas Edmundo Pérez Yoma, ministro del Interior chileno.
Los funcionarios de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (Anef) rechazaron el ofrecimiento del Gobierno en medio de una escalada en la inflación local, que en 12 meses medida a octubre alcanza al 9,9 por ciento.
El año pasado, los empleados de la administración central consiguieron un reajuste de un 6,9 por ciento. En el 2007, Chile tuvo una inflación de un 7,8 por ciento.
En las negociaciones, el Gobierno ofreció, además, realizar reajustes a los sueldos más bajos y congelar los más altos, entre los que se encuentran los de los propios ministros.
"Nos parece lo correcto y lo justo en esta situación de inestabilidad financiera internacional", dijo a periodistas Andrés Velasco, titular de Hacienda, tras una reunión conjunta con Pérez Yoma, el ministro del Trabajo, Osvaldo Andrade, y los jefes de servicios.
Líderes de la Anef aseguraron que "al menos" esperan un reajuste salarial de dos dígitos.
Unos 400.000 funcionarios ya paralizaron por dos días durante esta semana, causando el cierre de oficinas de servicios de salud y educación, además de la suspensión de la recolección de basura en algunos barrios, entre otros.
Los empleados públicos exigen un reajuste salarial de un 14,5 por ciento, mientras que el Gobierno ofreció un 6,5 por ciento de mejora en los sueldos.
"Lo que queremos es asegurar el día lunes ante el paro convocado (...) que los servicios públicos van a funcionar lo más normal posible", dijo a periodistas Edmundo Pérez Yoma, ministro del Interior chileno.
Los funcionarios de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (Anef) rechazaron el ofrecimiento del Gobierno en medio de una escalada en la inflación local, que en 12 meses medida a octubre alcanza al 9,9 por ciento.
El año pasado, los empleados de la administración central consiguieron un reajuste de un 6,9 por ciento. En el 2007, Chile tuvo una inflación de un 7,8 por ciento.
En las negociaciones, el Gobierno ofreció, además, realizar reajustes a los sueldos más bajos y congelar los más altos, entre los que se encuentran los de los propios ministros.
"Nos parece lo correcto y lo justo en esta situación de inestabilidad financiera internacional", dijo a periodistas Andrés Velasco, titular de Hacienda, tras una reunión conjunta con Pérez Yoma, el ministro del Trabajo, Osvaldo Andrade, y los jefes de servicios.
Líderes de la Anef aseguraron que "al menos" esperan un reajuste salarial de dos dígitos.
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